Como parte del vaciamiento informativo y la censura que reina en la TV Pública y los medios bajo gestión estatal, hoy no habrá noticias en la pantalla del canal. Se repite lo ocurrido durante la sesión en que los diputados otorgaron media sanción al proyecto por aborto libre, seguro y gratuito.
Una vez más, la gestión que encabeza Hernán Lombardi y que comanda en el noticiero el gerente Néstor Sclauzero, presidente de FOPEA, levantó toda la programación del día, incluidos los noticieros. En su lugar, se decidió replicar la señal de televisión del Senado de la Nación.
De esta manera, no podremos garantizar la cobertura de lo que suceda con las movilizaciones frente al Congreso a favor y en contra del aborto, ni se podrá contar con entrevistas en vivo a los legisladores antes y después de sus intervenciones. Tampoco estaremos presentes al horario de la votación, ni durante la misa convocada por el arzobispo Mario Poli en contra del proyecto de ley ni en la conferencia de prensa de Médicos por la Salud a favor ni de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Libre, Seguro y Gratuito. La TV Pública hoy tampoco podrá contar lo que sucede en Comodoro Py luego de que declare Norberto Oyarbide, ni las repercusiones de los alegatos por el juicio de la tragedia de Once, ni el consejo del salario que se reúne en el ministerio de trabajo.
No se trata de un problema presupuestario. Es una política deliberada de marginar a la TV Pública de los hechos de trascendencia nacional. A juicio de las autoridades, los periodistas deben permanecer callados y sus coberturas e interpretaciones de los hechos, ausentes, como ocurrió, por ejemplo, la semana pasada en Moreno, donde una directora de escuela y un celador murieron como consecuencia de la falta de políticas públicas comprometidas con la educación y la infraestructura escolar y la TV Pública no tuvo ningún tipo de cobertura desde el lugar del hecho. Lo mismo se implementó durante la votación de la reforma previsional en diciembre del año pasado, cuando las miles de voces que se alzaron en contra afuera del parlamento no tuvieron lugar en la TV Pública. Tampoco, por supuesto, la posterior represión.
No pueden encontrarse motivos periodísticos ni presupuestarios para mantener al canal alejado de estas coberturas. La única razón es política y tiene como fin eliminar el derecho de todos los ciudadanos a la información pública.
En este contexto, volvemos a solidarizamos con nuestros compañeros y compañeras de Télam. La agencia permanece paralizada y con una permanencia pacífica por la reincorporación de los 357 despidos. No obstante, los trabajadores montaron una cobertura autogestionada sobre el debate que mantiene en vilo a la población, porque la lucha gremial y la lucha profesional, es una sola.
Trabajadores de la TV Pública
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